domingo, 27 de septiembre de 2009

the awesite: No aflojan


Ya pasaron cinco fechas de la liga española y una de la Champions League, y el resultado fue el que todos los amantes del fútbol esperaban: Las fantasías y las goleadas del Barcelona y Real Madrid.
Las cinco victorias consecutivas por la Liga y el empate del Barcelona frente al Inter en Italia y la goleada del Real Madrid frente al Zurich, demostraron el buen momento que pasan los equipos españoles.
El barcelona lleva la presión de tener que defender todo lo que juega ya que la temporada pasada se ganó todo lo que se jugó. Mientras que los “merengues” deben hacer valer la chequera de Florentino y conseguir títulos lo más rápido posible para poder olvidar la magra campaña de la temporada pasada.
Ambos cosechan 15 puntos sobre los cuatro partidos disputados por la Liga. Con un puntaje perfecto y grandes goleadas, el Madrid se impone frente al Barcelona por diferencia de gol. Los 16 goles a favor y los dos en contra de los “merengues” se imponen frente a los 16 a favor y los tres en contra del Barcelona.
Por otro lado, existen duelos personales que se están notando en los goleadores. Además del goleador del Valencia David Villa, las figuras de los lideres de la Liga compiten para alcanzar al español. Leonel Messi, Zlatan Ibrahimovic y Cristiano Ronaldo poseen 5 goles, mientras que Karim Benzema llega a 3.
Un comienzo apretado para ambos, con buenas actuaciones tanto de local como de visitante. ¿Seguirán con este ritmo hasta la duodécima fecha de la Liga Española cuando se enfrente por noviembre? Seguramente seguirán con este paso arrollador. Por lo que habrá que empezar a prepararse para ver uno de los mejores y más esperados partidos del mundo que quedará grabado en la historia del deporte.

por Alan Arce

martes, 22 de septiembre de 2009

El minuto de Pablo Fortunato: No sabe no contesta



El sillón del banco de entrenador muestra sus astillas a Alfio Basile y Néstor Gorosito. Uno llegó para salvar a un Titanic que se hundía en los propios cimientos de una mala campaña y de su propia hinchada que lo atormentaba. El otro, para revertir la actualidad de un River que hace tiempo no en cuentra el camino.

Sin embargo, las cosas no salieron como los dirigentes las habían planeado. En la Rivera las olas rompen en las escolleras, y el sonido retumba en medios y boca de todos.

Renuncia, no renuncia. El vaivén que se produjo tras la noche del domingo en la que se anunciara el paso al costado del técnico xeneize no hizo más que agudizar la incertidumbre que corre en Boca. Basile se dio cuenta que las cosas no funcionan, y pensó mejor subirse al bote que agarrar el balde y empezar a sacar agua. Pero el capitán del barco, Jorge Amor Ameal, no lo dejó.

Pero no nos olvidemos de Don Néstor, que la maraña de rulos de su cabeza se trasladó a sus pensamientos, que ya no son claros ni lisos. Sabe que su equipo juega mal, y que ni la habilidad de Buonanotte o Díaz, ni la idolatría de Ortega o Gallardo podrán remontar su campaña.

Es así. Ese técnico que estaba decidido a cumplir su contrato a pesar de saber que las cosas no funcionaban, ahora no está tan seguro. El aguante de José María Aguilar, presidente de River, lo tiene. Los cambios no convienen desde la dirigencia a tan poco de las elecciones de diciembre, de ahí el respaldo.

Son dos partidos de póker distintos. No se sabe con que pueden salir. Las cartas en sus manos, sus equipos en juego.


Por Pablo Fortunato

lunes, 21 de septiembre de 2009

El minuto de Pablo Fortunato: Jóvenes, sol y grafiti francés



La primavera comienza hoy. Un día de festejos para todos los estudiantes y el adiós al frío. Pero no todo es sol, parques y picnics. Hace poco más de 40 años se desataba en Francia una serie de revueltas estudiantiles que buscaban legitimar sus creencias y escapar al sofoque de la moral estatal.

“Mis deseos son la realidad”, expresaba uno de los tantos grafitis que utilizaron los estudiantes para dar a conocer sus ideas. “En los exámenes, responda con preguntas”, sostenía otro de los eslogans que apuntaba hacia un sistema de aprendizaje arbitrario.

Ya la exitosa Revolución Francesa de 1789 había atentado contra un modelo de Estado reaccionario, antigüo, obsoleto para la época. Lo mismo pasaba con el sistema educativo de mayo del 68, debía ser cambiado.

“Prohibido prohibir”, frase redundante pero cierta. La situación de sumisión era inadmisible. Las libertades individuales de los estudiantes estaban en juego, y nadie mejor para jugarse por sus ideales que ellos mismo. Y lo hicieron.

Los grafitis eran el arma ideal. Incontrolables, la autoridad no podía detenerlos. Universales, todos podían hacerlos. Inmortales, las ideas nunca mueren. Un proyectil casi divino en contra de un sistema que aguantaba una caída. Feliz día de la primavera.


Por Pablo Fortunato

viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Por qué tanta pachorra?

Cuando uno analiza la cantidad de días que tiene un año (si alguno vive en una nube de pedos o se rige por el calendario de la vigésimo cuarta luna de Júpiter, nuestro año tiene 365) y de ahí cuenta cuantos de ellos hay que ir a trabajar decimos o pensamos cosas no muy agradables ni decorosas.
Los fines de semana, ni toda la cerveza del mundo, alcanzan para que nuestro cuerpo se sienta conforme con la relación cotidiana entre trabajo y boludeo.
Es factible que Dios, que a partir de ahora deja de ser perfecto, le haya pifiado cuando en la creación decidió en qué días se jode y en cuáles no. Pero ese error no se lo iba a tragar y nos mandó a la tierra aquellas amadas personalidades que han sido hito de la historia y nos proveyeron de un artículo que no lo vende ni el poli rubro de acá a la vuelta: el feriado.
Revoluciones, muertes, himnos, banderas, cualquier cosa sirve para tener un poquitito de imaginación y hacernos de este bien tan preciado como es el día en el que no se hace nada. Encima la mano hábil del hombre que todo lo puede tuvo la brillante y novedosa idea de darle magia a la cosa y pasar todos esos días a los lunes, sin importar lo que tuvieron que sufrir aquellos difuntos por los que “celebramos”. De esa forma, se conformó la trilogía preferida de los argentinos, ese sábado, domingo y lunes en el que nos vamos a Mar del Plata y les contamos todos nuestros problemas y frustraciones a los lobitos de mar mientras nos mandamos un buen havanna de chocolate. No me quiero imaginar lo que deben estar puteando (perdón, exhalando palabras que contaminan la moral) los peluqueros, que no trabajan los lunes, ni aunque haya que combatir una apocalíptica invasión de pelo viviente.
Más allá de saber cómo se llegó a los feriados, la pregunta sería: ¿Por qué se celebran de esa forma?. O sea, a simple vista no hay escuela, no se va a trabajar y hay locales cerrados, cosas que económicamente hacen que el país se pare y después nos quejamos porque baja el PBI y demás defectos que puede tener un sistema social. Además, si José de San Martín dio todo su ser para cruzar Los Andes y Belgrano tuvo que inspirarse para crear la bandera nacional, ¿Nosotros rendimos tributo y respeto haciendo nada en lugar de intentar igualar metas de semejante magnitud?
En fin, algo interesante para hablar con la almohada.

¿Por adelante o por atrás?

En principio, quiero aclarar que a esta altura de mi vida no me gustan las dualidades, ni tampoco me quiero meter con el gusto particular de nadie, en especial con el de aquellos que se toman la molestia y el tiempo de leer estas líneas.
A lo largo de toda la historia de nuestra sociedad siempre hubieron las clásicas confrontaciones de dos grupos bien definidos, dispuestos a derramar la sangre y los órganos del otro bando para eliminarlo de la faz de la tierra por toda la eternidad.
¿Unitario o Federal?, ¿River-Boca?, ¿Peronista o Radical?, ¿Luca Prodan o Cerati?, ¿Pastas o Asado, los domingos? Y muchas más diferencias absurdas que no hacen más que resquebrajar y desfigurar los resortes de esta, hasta hace algún tiempo, hermosa sociedad.
De todas maneras, me acabo de olvidar de un clásico histórico no sólo a nivel nacional, sino además mundial y quién sabe en Plutón también. Es algo muy cercano a nosotros, algo que podemos pagar, pero también se puede conseguir gratis. Algo que forma parte de nuestras vidas, y que se transforma en el cotidiano si uno tiene el hábito.
Supongo que estarán pensando que el que escribió esto es un miserable pervertido que se pasa el día haciendo cosas indebidas en el baño de su casa. Pero no. Soy hecho y derecho y ya les voy avisando que no vale la pena ilusionarse porque no estoy hablando de ESO.
Antes que duden, el problema que planteo es el siguiente: ¿Qué es mejor? ¿Empezar a leer el diario por adelante o por atrás? Hay que distinguir dos cosas. Generalmente, y en todos los casos que conozco, los periódicos suelen poner las cosas menos dolorosas en las primeras páginas y las menos dañinas en el final (digo menos porque para mi resolver un crucigrama es un dolor de genitales, además de que tampoco es placentero leer los avisos fúnebres). A simple vista, uno diría que el principio es lo peor: en la tapa yo nos van anticipando toda la gente que falleció en el día y las primeras páginas están destinadas a la sección de política, que es una ametralladora de pesimismo y tragos amargos. De está forma, lo más indicado sería empezar por el final, donde usualmente se halla la parte de deportes que parece bastante amistosa aunque, vale la pena recordar, hoy no es igualmente feliz ser hincha de Vélez que de River. También podemos encontrar a los chimosos, que directamente parten el diario en dos para caer en las noticias de la farándula, o algún que otro marciano que todavía lee la parte de sociedad.
No es preciso seguir más con este magistral (¿?) análisis. Sólo quería encender la mecha de este debate que parece más largo que un pedo de víbora. Las opiniones son infinitas y cada uno tiene la manera de hacer el amor con la información. Yo personalmente arranco con los chistes de la contratapa de Clarín, pero sus visiones son más importantes.

Saludos desde el fondo.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El zócalo de fede: Liderazgo Centralizado



Se fue la cuarta del Apertura. Central sigue dando cátedra mientras los grandes se van cayendo de a poco. Atlético Tucumán se acomodó en la categoría, Banfield se quedó con su clásico y Gimnasia y Huracán sumaron por primera vez en el torneo, que tiene sólo a Chacarita sin puntos.

La realidad de Central marca que tiene puntaje ideal, doce sobre doce, y que ya pasó a Gimnasia en la tabla de los descensos. Los de Cuffaro Russo tienen que mantener los pies en la tierra, saber que todavía no están en posición de pensar en grande y que deben seguir dándole prioridad a la tabla de abajo, porque si siguen así, lo demás se dará solo. Enfrente estuvo el último, que tampoco debe desesperarse, recién van cuatro fechas, pero si no empieza a sumar, su estadía en primera va a ser muy corta.

Lo de los grandes ya no es noticia. Racing volvió a su realidad, después de un gran torneo como el pasado, y ya comienza a recordar que está más cerca de jugar la promoción que la Libertadores del año que viene, y que Caruso Lombardi puede ser un gran técnico, pero no es mago. El plantel no parece estar a la altura de los primeros puestos.

Boca volvió a demostrar que más allá de los nombres, los partidos hay que jugarlos. El “experimento” de Basile para cambiar la táctica y dejar un línea de tres defensores no dio resultado, Abbondanzieri sigue dando muestras de su decadencia y, mientras el Coco siga poniendo excusas como “me faltan jugadores” (con Riquelme, Insúa y Palermo debería ser más que suficiente para llegar al arco rival), más difícil le será salir del pozo donde se encuentra.

River, San Lorenzo e Independiente siguen en la mediocridad. El conjunto millonario apenas igualó como local con Colón. Otra vez quedó en claro la carencia de delanteros de área que tiene Gorosito, los únicos puntos altos del equipo fueron Vega, Almeyda (¡ni lo amonestaron!) y, sobre todo, Mauro Díaz. El ciclón es el único grande invicto, sacó un buen punto en el Amalfitani y parece ser el más sólido de los cinco, pero apenas van cuatro fechas y ya está a seis de la punta. Por último, Independiente volvió a la derrota, con un planteo no acorde a su historia y un desenlace acorde a su presente. Gallego deberá confiar más en sus jugadores, que tienen capacidad como para vencer al campeón de América, y no tratar de conseguir empates que lo sigan alejando de los primeros puestos.

La otra sorpresa del torneo (la gran revelación evidentemente es Central) es Banfield. Volvió a ganar el clásico del sur, esta vez como visitante, amplió su ventaja en el historial y se puso a dos puntos de los rosarinos, que son su próximo rival. Los delanteros uruguayos andan afiladísimos (por algo son los más elegidos del gran DT). Del lado de Lanús, no tienen que alarmarse, son (en mi opinión) el segundo mejor equipo del país, detrás de Estudiantes, y seguro van a volver a estar peleando el torneo, si es que no pelean la Sudamericana.

Tigre sigue sin levantar. Los de Cagna se confiaron después del buen arranque de semestre que tuvieron y ahora se alejan de la pelea. Tiene menos plantel que muchos de los clubes que son candidatos, pero con los mismos jugadores Cagna supo llevarlos a un primer puesto hace menos de un año. La gente se apoya en eso.

Por último, una mención especial para Gimnasia y Huracán: después del gran Clausura de ambos, ahora tienen un punto sobre doce posibles. Los de La Plata volvieron al descenso directo y los de Parque Patricios están por salir de la zona de clasificación a la copa. ¡A ponerse las pilas, muchachos!

Se fue la cuarta nomás. Diecinueve equipos envidian a Central, que arrancó la temporada diez puntos debajo de Gimnasia en el descenso y hoy ya lo pasó. Van a tener que seguir concentrados, para que ningún canalla los baje de la punta…

Por Federico López

domingo, 13 de septiembre de 2009

El minuto de Pablo Fortunato: A un derechazo de la cima



No es fácil con 20 años jugársela cara a cara con uno de los mejores tenistas del mundo, y con el agregado de ser la ronda semifinal de un Grand Slam. Las ideas y fantasías en la cabeza de Juan Martín del Potro habrán sido de todo tipo en las horas previas a enfrentar a Rafael Nadal. Pero no arrugó y jugó. Y la rompió: 6-2, 6-2 y 6-2. Contundente.

Está bien que el español está atravesando un momento complicado en su carrera. No sólo perdió la corona de ser número 1 del mundo por haber tenido que estar ausente en varios torneos, sino que además el escocés Andy Murray -22 años- lo desplazó al tercer puesto del ranking ATP. Ahora recibió otra paliza por parte de otro joven menor que él.

El cemento es la superficie que más le sienta a Delpo, y sus ansias de ganar el abierto de Estados Unidos están además influidas por el ánimo de obtener su primer título de Grand Slam.

El legendario Guillermo Vilas ganó su primer gran torneo en 1977, a los 25 años. Se trató de Roland Garros. En esta ocasión, con cinco años menos, el tandilense tiene la oportunidad de consagrarse como el argentino más joven en ganar un Grand Slam.

La prueba final para el título lo lleva a un punto de exigencia máximo, en el que será el partido más importante de su carrera: el suizo Roger Federer, número 1 del mundo y campeón de los cuatro torneos más importantes de tenis, será su próximo y último rival del US Open. Para la copa, ¿chocolate o dulce de leche?.

Por Pablo Fortunato

Si se le canta a la violencia......ella viene.

Hola hurgadores del fondo. En este domingo, que no es viernes y en el que uno lamenta que la máquina del tiempo es sólo algo de películas y series extranjeras, voy a pasar a comentarles aquello que captó llamativamente mi atención, además de las personas que pasaban con una hamburguesa en las manos debido a que no había almorzado un carajo por razones que todavía desconozco.
En el día de la fecha me tomé la molestia de ir a ver a River, un acto de caridad si tomamos en cuenta la dificultad e incapacidad que tienen nuestros soldaditos de plomo para hacer algo tan sencillito como meter una pelotita dentro de un arco. El hecho es que una persona tan observadora como yo se distrae y empieza a escuchar cualquier “huevada” en lugar de ver como el “Ogro” Fabbiani no puede ser remolcado ni por su alma ni por sus ganas de no ser silbado.
Yo, admirador de la buena música, me detuve en las delicadas armonías vocales y el ritmo penetrante de los “Borrachos del Tablón” que, parecía, era lo único que funcionaba en todo el estadio. Cuando acudo a desentrañar esas líricas luminosas me detengo: “la mentira se acabó, que paliza que te dieron los borrachos del tablón”, “vamos a matar a todos los bosteros”. Así se fueron sucediendo las amenazantes y puntillosas letras, envidia del mismísimo Spinetta.
Como oyente habitué del arte beatle y de la paz, sendas lagrimas quisieron salir de mis ojos. ¿Le habrán dado esa paliza a no sé quién? ¿Van a matar a los bosteros? “No no, pobrecitos”, me dije. Entonces cuando volví a la tierra y toda mi absurda sensibilidad se fue a donde mejor está, comencé a cuestionarme el porqué los barrabravas fantaseaban con batallas campales del nunca jamás, como si jugaran a que son el Cid Campeador o Brad Pitt en la película de Troya. Igual es entendible. Yo me la paso horas frente a la compu moviendo los brazos para todos lados, pretendiendo ser el tronco de Ringo Starr. De todas formas, yo no juego a que mato a nadie, así que me sugiere un tema bastante serio. Mucho más si vamos con chicos a la cancha, con lo propenso que son a captar y procesar cosas a temprana edad.
Entonces, padres, no sólo barbijo para la gripe A, ahora también tapones porque en este caso, el silencio es más sano.
Otra para que charlen con la almohada.
Saludos desde el fondo.
Por Martín Barreiro.

viernes, 11 de septiembre de 2009

the awesite: Las lágrimas del diego


A más de 19 años de la última final de la selección argentina en el mundial, con Maradona a la cabeza y el polémico penal que privó al equipo del bicampeonato.

Así como El Diego en la imagen, esa fue la sensación que dejó en todos los fanáticos del fútbol que vieron como se escapó la gloria a tan póco del final.

En un país tan futbolero como Argentina, donde las personas encuentran en el fútbol el único motivo para alegrarse y olvidarse por un rato de los problemas de la vida cotidiana, y esa era también la intención del plantel conducido por Carlos Bilardo.

En una actualidad donde se ve muy lejana la posibilidad de llegar a una final nuevamente, recordar las lágrimas de Maradona hace reflexionar sobre la situación complicada que vive el fútbol argentino.



por Alan Arce

jueves, 10 de septiembre de 2009

Sector picante: Fanatismo 3 Seriedad 0


El 10 de abril de 2001, la revista El Gráfico sacó su edición semanal con una tapa que me dejó pensante por algunos valiosos minutos. Era referida al Superclásico que se había disputado entre el Boca que, por ese entonces, dirigía Carlos Bianchi y River, bajo el mando de Américo Rubén Gallego. El partido había terminado con un 3 a 0 a favor de los xeneisez y el título fue “Boca 3, Miedo 0’.

Antes que nada, aclaro que soy hincha del millonario y que evidentemente la elección de esta tapa para desarrollar no fue para nada objetiva. Pero después de la bronca (y también aplaudir la idea), me quedé con una pregunta que seguro mantiene, metafóricamente, sin dormir a más de un periodista: ¿Cuál es el límite entre ser objetivo o no? ¿Qué tiene que hacer uno para controlar su creatividad, cuando esta es impulsada por los colores, ideologías u opiniones que uno defienda? ¿Conviene titular con información dura, sin entrar en controversias?

Me parece muy visible que ese título fue hecho de manera plenamente imparcial, casi como una oportunidad única en la vida para un hincha de cargar a su eterno rival, con una creación bastante inspirada. Pero el imparcial de seguro también soy yo, que escribe estás líneas haciéndome la película de que eso fue reproducido con malas intenciones, por mi condición de fanático derrotado.

En fin, me parece un lindo aspecto para que los periodistas reflexionemos con una taza de té (otros preferirán café) acerca de cómo encararemos de ahora en más la profesión, considerando a través de la ética cual es la moral que nos caracteriza y regir la escritura por medio de esos valores que el tiempo nos brindó.

Saludos desde el fondo.

Por Martín Barreiro.

El zócalo de fede: A volver a las fuentes


Hay ciertas ocasiones en las que el mundo del fútbol deja a un lado el juego en sí, y pasa a ser una zona de polémicas, donde las declaraciones y acusaciones de los protagonistas parecen vender más que el espectáculo de cada domingo.

La revista El Gráfico notó esta rareza, y tituló en su tapa del 5 de Febrero de 2002 “Polémica”, haciendo énfasis en tres declaraciones hechas por futbolistas o personajes relacionados con el ámbito futbolístico local. Desde acusaciones desafortunadas por parte de José Sanfilippo hacia Diego Maradona, hasta Julián Maidana saliendo a desmentir el rumor de su supuesta enfermedad, tomaron la posta y pasaron a ser el eje de las noticias deportivas.

Lo de Sanfilippo no sorprende. El gran ex goleador de San Lorenzo dedicó los últimos veinte años a criticar jugadores, directores técnicos o periodistas para no desaparecer de la televisión. Vale aclarar que esto no es una defensa a Maradona, de quien se podría decir lo mismo que de Sanfilippo.

La declaración más “futbolera”, por así decirlo, es la de Jorge Griffa, quien al menos se dedicó a hablar de fútbol, aunque mostrando toda su falta de imparcialidad a la hora de opinar sobre el superclásico veraniego jugado días atrás.

Por último, pero en mi opinión lo más sorprendente, fue la aclaración que debió hacer Julián Maidana (por ese entonces defensor de Talleres) acerca de si tenía o no Sida. Resulta increíble que haya tenido que desmentirlo. ¿Hasta ese punto hay que llegar para entender que se está violando la privacidad de la persona?

Leer esta tapa genera una suerte de vergüenza, ajena y propia, porque todos los futboleros, ya sean periodistas, hinchas o simpatizantes, somos en parte culpables de que en cierto momento, el fútbol en sí haya dejado de ser el centro de la escena. Gracias a Dios estamos volviendo a las fuentes.

Por Federico López

Sector Picante: Ponete la camiseta nene!!!

Lo recuerdo como si hubiese sido hace poco. De hecho fue el domingo pasado en la cancha de River, donde el millonario enfrentaba al recién ascendido Chacarita no sólo para comenzar a sumar de a tres en el torneo, sino que también para salvar la cabeza rizada de Néstor Gorosito, que a esa altura ya tenía contratados, por si las moscas, servicios clandestinos de la NASA para desaparecer de esta galaxia en caso de una eventual, y muy posible, derrota.

Lo concreto es que el partido estaba 3 a 3, con defensores que no cazaban un palo de nada, hasta que un jugador (no recuerdo quien fue, pero les aseguro que lo amo) le puso un exquisito pase con perfume francés al “Bushitto” Ortega!! Ortega!!. Encima que el plato principal fue bueno, el postre le pasó el trapo. Con una definición por encima del arquero que el mismo Dios se tomó la molestia de aplaudir, la victoria estaba para el local y Gorosito canceló su viaje a la estratosfera. Fue de esos goles que dan ganas de cerrar el estadio al toque, si no fuera por 40 mil civiles que se encontraban adentro y al otro día tenían que ir a laburar y a hacer funcionar al país.

Pero todavía no puedo enfocar, me cuesta. El hecho es que, en medio de tanta euforia y alegría gastando la garganta a más no poder y abrazándome con gente que ni conozco, vi un gesto que horas después me llevaría a reflexionar (Eureka!). Evidentemente River ganaba y en ese momento me importó un (lo que ponen las aves para dejar descendencia).

Cuando volvía en el auto con mi viejo, escuchando un mp3 de Serú Girán, se me vino a la cabeza la imagen de Ortega sacándose la camiseta mientras los centrales “funebreros” se querían comer al juez de linea al grito de “Orsay, la c..... de tu madre”.

Aterricé en la problemática. Ahí fue cuando me pregunté: ¿Por qué carajo se sacan la camiseta los jugadores para festejar un gol? Yo supongo que debe tener un significado simbólico bastante fuerte e instintivo. Porque encima ahora los amonestan (Y a algún que otro “dolobu” lo habrán echado) y sin embargo, se la siguen sacando, como cuando uno está a dieta y se mira cara a cara con un alfajor triple de dulce de leche y termina siendo derrotado por la tentación. Encima la tiran al suelo como si nada, sin pensar en el pobre utilero, que tiene que lavar la pilcha de 20 matungos hasta la madrugada para tenerla limpia, perfumada y “chuavechita” para el otro día. Tampoco piensan en el arbitro que siempre después del mismo ritual tiene que acercarse al infractor y decirle cosas como: “Flaco, es la vigésima cuarta vez que te amonesto por la misma pavada” o “¿Hace falta que te diga que tenés amarilla gil?

Es por eso que me propuse elaborar algunas teorías para justificar esta tendencia humana que tiene con la boca abierta y sin respuesta tanto a sociólogos, antropólogos y a ustedes, que por algo están leyendo esto, ¿no?:

El jugador se saca la casaca (parece un trabalenguas) y en su mente puedo leer: “Ya me tienen las tarlipes por el piso, siempre tengo que hacer un gol por está manga de inútiles que se rascan todo el partido y encima la prensa me critica”. De esta manera, el jugador nos cierra el.............trasero, y con la victoria, ya empieza a especular con comer mañana en el programa de Mirta Legrand.

Muchas veces el estado físico de los jugadores es puesto en tela de juicio, especialmente cuando su equipo perdió 8 a 0 o está en zona de descenso directo. Como respuesta a los malos ojos, y para probar que durante la semana se aguantaron las ganas de comerse una bondiola en plena costanera norte, el jugador accede a mostrar su físico a la audiencia ante serias declaraciones de testigos que lo acusan de haber asaltado un parri-pollo. Mientras tanto sus labios susurran: “Esta es para vos, Cormillot”

La hipótesis 3 tiene estrecha relación con la anterior, sólo que ahora la víctima es un particular de la platea baja, que al parecer piensa que pagando la entrada más cara tiene derecho a “putear” a los cuatro vientos. El jugador “x” cansado de las actitudes del plateísta “y”, convierte un gol con la espalda, se quita la camiseta, se abraza y saluda con sus campañeros (si quiere y puede se “chapa” a alguno) y luego se toma un minuto de su vivir para buscar a su presa, mirarla maliciosamente y gritar a viva voz: “mirá como caliento a tu “jermu” con este lomo, hijo de p...”. Y con el acto consumado se renueva el juego desde mitad de cancha.

Este punto no es tan poco serio como los precedentes, pero me parece un aspecto destacable considerar que esta actitud indicaría que el jugador ya está harto de correr tras una pelotita o que la camiseta del equipo que viste le pesa demasiado. Sólo para tener en cuenta.

Finalmente, de mi parte, queda entender que esta es una conducta totalmente irracional, y que es una pérdida de tiempo seguir reflexionando acerca de esta soberana boludez, por más gratuito que sea pensar.

En fin, si hay algo que quieran comentar........comenten.

Me voy a cosechar algo en mi vida..

Saludos desde el fondo.


Por Martín Barreiro

Sector picante: Afinar la puntería

Voy a la estación para tomar el tren, al kiosco a comprar tarjetas de teléfono, a la feria a adquirir (no debo repetir palabras) películas truchas, salgo con mis amigos quien sabe donde, me acerco a la vereda a escuchar las tiernas melodías de las aves en sol mayor (¿?) e infinidad de cosas que tienen una evidente cosa en común: debo abrir la reja que separa mi casa del mundo exterior.

En una época donde los adelantos tecnológicos corren más rápido que el mismo Usain Bolt y los japoneses no dejan de crear chatarra como un robot que tiene sentimientos (dejémonos de joder!!!), hay ciertas habilidades que el ser humano ( o por lo menos yo) no puede dominar en su plenitud. En este caso es embocar la llave en la cerradura de primera!!!

Créanme que, si uno lo piensa, es una frustración que luego de un agitado día de trabajo, estudio, o simplemente caminar por la calle, planeando una revolución comunista o un atentado para acabar con Susana Giménez, tengamos que intentar dos o hasta tres veces para poder introducir la llave en su correspondiente cerradura (ni les cuento si directamente se equivocan de llave, o si se les queda trabada).

Todos se preguntarán cuál es el sentido de estudiar estas conductas, pero créanme que la vida es un efecto dominó y uno está parado donde está por el simple hecho de que fue condicionado por cada acción del pasado, desde que uno nace hasta hace unos segunditos nomás. Las pirámides de Egipto alguna vez fueron conjuntos de piezas separadas que el destino se encargó de organizar.

Lo mismo se aplica en este ejemplo. No es sólo el hecho de la falta de habilidad para la apertura de rejas, ciencia todavía no incluida en el programa de la UBA, es desconcentración, es alejarse de la realidad por unos minutos, ¿Y qué pasa si la realidad después no nos deja entrar más? Porque con esas distracciones podemos también pisar mierda, o llegar tarde al trabajo o cosas que nos pueden echar de la vida para siempre.

Pero bueno.....son las vueltas de la vida......y como existe lo bueno, existe lo malo

Ah me olvidaba!!! Gente, a no desanimarse!!! Sigan practicando que seguro algún día la van a embocar.

Saludos desde el fondo.


Por Martín Barreiro

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Repechados



El abrazo del conjunto paraguayo tras el gol de Nelson Haedo fue emotivo. Era un grupo que con trabajo de equipo se acercaba su meta con un pequeño paso que marcó la diferencia. Del otro lado de la moneda, la impotencia de los argentinos desconcertados en un estadio Defensores del Chaco colmado de cantitos y “oleee” paraguayos.

El juego colectivo de los locales en el primer tiempo fue casi impecable –en el complementario se desorganizaron demasiado-. Toques, jugadas individuales por parte de un Salvador Cabañas incontrolable, y muchos hombres abajo a la hora de defender. Por el lado de Argentina, las cosas fueron para atrás. No sólo no había equipo, sino que esas individualidades que brillan en sus clubes volvieron a opacarse.

Fue una de las apuestas de Maradona, poner bajo los tres palos a Sergio Romero en lugar de Mariano Andújar –que no tuvo un mal partido contra Brasil, los errores fueron defensivos-. No funcionó. No obstante, la actuación del arquero no fue mala, pese a las gracias que debe dar de que el palo y el travesaño no facturaron para el rival.

La defensa. Sebastián Domínguez y Gabriel Heinze lejos estuvieron de ser la sólida pareja de centrales que desea todo entrenador. Emiliano Papa, se vio envuelto en varias ocasiones enredado cerca de las líneas de banda por donde la presión del rival no le permitió salir jugando. A los pelotazos pues. Javier Zanetti, por su parte, de tractor tuvo poco y nada. No se proyectó como acostumbra hacerlo, y cuando lo hizo dudó, además de cuestionable tarea defensiva.

Es lamentable que Javier Mascherano haya dejado de ser ese jugador implacable, ese jugador en que se podía confiar la responsabilidad de que no pase nadie. Lo pasaron, lo desbordaron, y tampoco aportó mucho en otros aspectos. Fernando Gago intentó por momentos probar algo distinto, pero se hace muy difícil comenzar una jugada rodeado de tres paraguayos y ningún compañero.

Juan Sebastián Verón es un gran jugador, de los mejores del fútbol local. Sin embargo, no mostró mucho en el país vecino, además de respirar muy agitado ya en el minuto 18 del primer tiempo. Jesús Dátolo, de excelente actuación contra los brasileros, no jugó mal, corrió e intentó desbordar. No obstante, fue otro que el que se presentó en el Gigante de Arrollito.

La dupla Agüero-Messi: otro elemento que falló. Estos dos son las joyitas del ataque de Diego, pero hace tiempo que no muestran su verdadero nivel, el que muestran en sus clubes. Por el Kun los equipos europeos se pelean ofreciendo más de 50 millones de euros. Leo es campeón de todo con su club, y aclamado por los hinchas del Barcelona.

El técnico argentino vio que su equipo no iba –ni venía- para atrás ni para adelante. Probó. Sacó a Dátolo y puso a Ezequiel Lavezzi. La entrada del ex San Lorenzo era buena, pero no sacar al que hasta ese momento fue el único que creó juego. Los minutos corrían y la desesperación crecía. Usó entonces el recurso de todos los entrenadores: altos a cabecear. Fue el momento de Martín Palermo y Rolando Schiavi. En tiempo adicional tuvieron una chance, pero el defensor de Newells no llegó por muy poco.

El problema es que efectivamente hay algo que está fallando. El equipo muestra por momentos signos de funcionar, pero de golpe se desmorona. Deja de marchar en el ataque y la defensa se viene abajo. Los jugadores están, son deportistas consagrados, algunos con mucha experiencia con la Selección, y otros jóvenes pero con muchísimo potencial.

Pónganse a tono muchachos, la gente confía en ustedes, y todo el mundo sabe que pueden.


Por Pablo Fortunato

El zócalo de fede: ¿Fantasía o realidad?


River y Boca tienen muy comprometida su clasificación para la Copa Libertadores del año que viene. La mala campaña del Clausura para ambos los obliga a salir campeones o, por lo menos, a estar en los primeros puestos de este Apertura. River y Boca fuera de la Copa, ¿fantasía o realidad?

Comencemos por el equipo dirigido por Néstor Gorosito. River prácticamente no tiene más margen para el error. Viene de un octavo puesto en el Clausura, donde sólo cosechó 27 puntos. En el actual torneo, lleva perdidos seis de los nueve puntos disputados. Además, la paupérrima campaña como visitante del club de Núñez hace pensar si realmente los jugadores que conforman el plantel están a la altura de las circunstancias (pelear un torneo, ganarle a Boca) o si simplemente son jugadores con un nivel para andar por la mitad de la tabla, a la espera de un milagro que los pueda catapultar hacia la clasificación.

Pero no hay que caerle únicamente a los jugadores. La dirigencia fue quien los trajo y ellos, en su mayoría provenientes de equipos denominados “chicos”, se vieron encantados por la idea de ir a un equipo grande (caso Vega, Villagra, los paraguayos Cohene Mereles y Paniagua). Por último, no hay que exonerar de este presente al cuerpo técnico. Gorosito tomó decisiones incomprensibles. Por ejemplo, ¿para qué dejó afuera de la pretemporada a Andrés Ríos, si luego en los primeros partidos de la temporada fue el nueve titular? También hay otras cuestiones, como hacerse respetar. “Pipo” pidió como principal refuerzo un delantero que pudiera suplir a Falcao y, en vez de eso, le trajeron a Matías Almeyda, quien en los últimos tres años sólo había disputado dos partidos en Fénix (ambos con expulsión incluída), y a quien el ex técnico de San Lorenzo dijo que no necesitaba.

Del otro lado, Boca parece estar un poquito mejor, pero no nos olvidemos que terminó décimocuarto el último campeonato, con sólo 22 puntos, y se encuentra inclusive debajo de River en la tabla acumulada de los dos torneos (los de Núñez tienen 30 puntos y Boca 27). Es cierto que trajo buenos refuerzos pero, ¿los trajo en los puestos que realmente necesitaba? Teniendo a uno de los mejores volantes centrales del fútbol argentino, Sebastián Battaglia, ¿hacía falta traer a Ariel Rosada? Claramente, el problema en Boca no es el mediocampo ni la delantera, sino la defensa y el arco. Roberto Abbondanzieri ya no da garantías, comete errores cada vez más seguido y aparenta estar en la recta final de su carrera. En la línea defensiva, Hugo Ibarra se lesiona más de lo que juega y si bien trajeron a otro lateral derecho como Gunino, si Ibarra está “seis puntos” es el titular, sin importar que no pueda jugar más de un partido por semana. Talvez Basile debería tomar como ejemplo al Milan, que tuvo a sus históricos durante años y ahora se encuentra en una etapa de transición, notablemente por debajo del Inter y la Juventus. Tendrían que pensar si ciertos integrantes del equipo están para jugar estos partidos o para una merecida despedida.

El otro déficit que se ve por la ribera, y que es sorprendente, es la dificultad que tiene para ganar en la Bombonera. De tres partidos jugados como local, no ganó ninguno, cuando dos de los rivales que enfrentó parecían más que accesibles (Argentinos y Newell’s), ya sea por nombres o por rendimientos.

La actualidad marca que River y Boca deberán sumar alrededor de 35 puntos en el Apertura para poder pelear un lugar, al menos, en el repechaje de la Libertadores. Una copa sin equipos grandes, ¿será una fantasía o una realidad?

Por Federico López


martes, 8 de septiembre de 2009

El minuto de Pablo Fortunato: "Graficado" de borracho



La vida de los hombres está compuesta por idas y venidas, altibajos en todos los aspectos, que marcan el camino que cada persona seguirá a lo largo de los años. No es fácil cargar, de esta manera, con el peso de lo que fuera un vicio que además la gente lo asume como identikit de, para colmo, un deportista.

Ariel Ortega es uno de estos casos. Ni la más común de la marihuana, ni la cocaína con la que alguna vez un ídolo argentino de la pelota se vio involucrado. Más simple que eso. Alcohol. Vino. Bebida obtenida de la fermentación de la uva.

“El cartel de borracho no me lo saca nadie”, aseguraba el Burrito por 1998. Y no. ¿Por qué sacárselo? Los problemas personales de los deportistas venden, y más cuando se trata de una estrella, un ícono, un jugador que estuvo en la Selección.

Sin embargo, Ariel sonreía. Al menos así se lo ve en la tapa de El Gráfico en la que figura con grandes letras amarillas lo que siente. Pero un hombre atormentado por lo público de un problema personal nunca puede estar tranquilo. Es verdad, su vicio repercutía en su trabajo, pero no da motivo a potenciar los hechos.

Privacidad. Una simple palabra, respaldada por lo más alto del sistema jurídico argentino: la Constitución Nacional. ¿Es libre cada persona de hacer lo que quiere en su ámbito privado? Sí. ¿Deberían proporcionarle a alguien con un problema la ayuda necesaria? Sí, pero sólo desde el ámbito familiar y laboral, la gente que disfruta de sus goles no debe por qué enterarse de a qué hora vuelve los sábados.

Basta de atormentar.

Por Pablo Fortunato

lunes, 7 de septiembre de 2009

El minuto de Pablo Fortunato: ¡Bombinha al agua!



Lula da Silva, serio, estrecha la mano de un sonriente Nicolás Sarkozy. Los dos Presidentes pactan así un poderoso acuerdo bélico que involucra a sus países. Brasil importará de Francia excesivo equipamiento bélico, y el país europeo se bañará en billetes.

14.000 millones de dólares. Una suma relevante por si misma, y más aún si se tiene en cuenta que en el país vecino hay más de cuarenta millones de pobres. El armamento prioriza las políticas sociales.

Proteger los 50.000 millones de barriles de petróleo descubiertos en el litoral atlántico brasileño, además de la biodiversidad de la selva amazónica, son los argumentos que exponen desde el Gobierno de Lula. Un país con riquezas, se arma para defenderlas. Señal hostil. Y ,sin embargo, sería impulsado por Francia para integrar como miembro permanente al Consejo de Seguridad de la ONU. Qué coincidencia.

Los quíntuples campeones mundiales de fútbol no se conforman. Ahora tienen un nuevo objetivo: ser el país sudamericano con mayor poder bélico. Los aires, y los “vientos que soplan” según el presidente venezolano, Hugo Chávez, no son propicios para el armamento internacional.

Tendrá el poder coactivo para defenderse, y quién sabe si para mas. Eso sí, primero debería controlar a los narcos que manejan sus ciudades, no sea cosa que tomen posesión de sus helicópteros y submarinos nucleares.


Por Pablo Fortunato

El zócalo de fede: El nuevo Racing

River tendrá problemas con los promedios del descenso si no hace una buena temporada, ya que en la 2008/2009 sólo cosechó 41 puntos. Los dirigidos por Néstor Gorosito deberán sumar alrededor de 60 puntos para no estar entre los últimos equipos de la tabla de los promedios.

El equipo de Núñez ya no cuenta con nombres importantes, más allá de algunos ídolos que se encuentran en la recta final de su carrera (Ariel Ortega y Marcelo Gallardo) o incluso que volvieron del retiro para dar una mano (Matías Almeyda). Estos jugadores, sumados a algunos jóvenes sin experiencia y otros un tanto más “viejos” pero sin la calidad suficiente como para formar parte de uno de los clubes más importantes de América hicieron que de aquel equipo que impulsaba la idea de “Ganar, gustar y golear” se pasara a otro plantel cuya única aspiración es sacar los puntos que se puedan y de la manera que se pueda.

Pero los jugadores no son los culpables de estar en el club. La pésima gestión de José María Aguilar como presidente también influyó de manera importante para que River se encuentre en un presente poco promisorio. En ocho años bajo su mandato, se pasó de un equipo con nombres como Fernando Cavenaghi y Leonardo Astrada, sumados a un director técnico que ya tenía seis títulos en su haber (Ramón Díaz), a otro plantel que no cuenta con un goleador de raza, ni una defensa que dé garantías, y con un entrenador cuyo mayor logro fue un subcampeonato en 2003 con San Lorenzo.

Así está River hoy, con un conjunto de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes de segundo nivel. ¿Soportarán los hinchas pelear un puesto en la promoción dentro de un año?

Por Federico López