miércoles, 9 de septiembre de 2009

El zócalo de fede: ¿Fantasía o realidad?


River y Boca tienen muy comprometida su clasificación para la Copa Libertadores del año que viene. La mala campaña del Clausura para ambos los obliga a salir campeones o, por lo menos, a estar en los primeros puestos de este Apertura. River y Boca fuera de la Copa, ¿fantasía o realidad?

Comencemos por el equipo dirigido por Néstor Gorosito. River prácticamente no tiene más margen para el error. Viene de un octavo puesto en el Clausura, donde sólo cosechó 27 puntos. En el actual torneo, lleva perdidos seis de los nueve puntos disputados. Además, la paupérrima campaña como visitante del club de Núñez hace pensar si realmente los jugadores que conforman el plantel están a la altura de las circunstancias (pelear un torneo, ganarle a Boca) o si simplemente son jugadores con un nivel para andar por la mitad de la tabla, a la espera de un milagro que los pueda catapultar hacia la clasificación.

Pero no hay que caerle únicamente a los jugadores. La dirigencia fue quien los trajo y ellos, en su mayoría provenientes de equipos denominados “chicos”, se vieron encantados por la idea de ir a un equipo grande (caso Vega, Villagra, los paraguayos Cohene Mereles y Paniagua). Por último, no hay que exonerar de este presente al cuerpo técnico. Gorosito tomó decisiones incomprensibles. Por ejemplo, ¿para qué dejó afuera de la pretemporada a Andrés Ríos, si luego en los primeros partidos de la temporada fue el nueve titular? También hay otras cuestiones, como hacerse respetar. “Pipo” pidió como principal refuerzo un delantero que pudiera suplir a Falcao y, en vez de eso, le trajeron a Matías Almeyda, quien en los últimos tres años sólo había disputado dos partidos en Fénix (ambos con expulsión incluída), y a quien el ex técnico de San Lorenzo dijo que no necesitaba.

Del otro lado, Boca parece estar un poquito mejor, pero no nos olvidemos que terminó décimocuarto el último campeonato, con sólo 22 puntos, y se encuentra inclusive debajo de River en la tabla acumulada de los dos torneos (los de Núñez tienen 30 puntos y Boca 27). Es cierto que trajo buenos refuerzos pero, ¿los trajo en los puestos que realmente necesitaba? Teniendo a uno de los mejores volantes centrales del fútbol argentino, Sebastián Battaglia, ¿hacía falta traer a Ariel Rosada? Claramente, el problema en Boca no es el mediocampo ni la delantera, sino la defensa y el arco. Roberto Abbondanzieri ya no da garantías, comete errores cada vez más seguido y aparenta estar en la recta final de su carrera. En la línea defensiva, Hugo Ibarra se lesiona más de lo que juega y si bien trajeron a otro lateral derecho como Gunino, si Ibarra está “seis puntos” es el titular, sin importar que no pueda jugar más de un partido por semana. Talvez Basile debería tomar como ejemplo al Milan, que tuvo a sus históricos durante años y ahora se encuentra en una etapa de transición, notablemente por debajo del Inter y la Juventus. Tendrían que pensar si ciertos integrantes del equipo están para jugar estos partidos o para una merecida despedida.

El otro déficit que se ve por la ribera, y que es sorprendente, es la dificultad que tiene para ganar en la Bombonera. De tres partidos jugados como local, no ganó ninguno, cuando dos de los rivales que enfrentó parecían más que accesibles (Argentinos y Newell’s), ya sea por nombres o por rendimientos.

La actualidad marca que River y Boca deberán sumar alrededor de 35 puntos en el Apertura para poder pelear un lugar, al menos, en el repechaje de la Libertadores. Una copa sin equipos grandes, ¿será una fantasía o una realidad?

Por Federico López


1 comentario:

  1. Muy interesante la nota. Habrá que ver que sucede, una copa Libertadores sin River ni Boca no le conviene a nadie, desde el punto de vista económico.
    Tanto es así, que yo particularmente dudo que se dé, es probable que inventen algo para lograr meterlo al menos a alguno de los dos equipos; lo que sería una vergüenza.

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