domingo, 11 de octubre de 2009

the awesite: La tristeza de la alegría


Luego de la euforia provocada por la victoria frente a Perú de local por 2-1 con gol de Martín Palermo sobre el final del partido, varias son las reflexiones que el plantel debe hacerse de cara al partido frente a Uruguay en Montevideo y a una posible clasificación al mundial Sudáfrica 2010.
Para empezar hay que tener el cuenta que la victoria agónica en cancha de River fue ante un rival ya eliminado, que no tenía nada que perder, a eso se puede deber la forma que el equipo dirigido por Jorge Del Solar se plantó en terreno argentino en el segundo tiempo.
Era difícil pensar hace diez años que la selección nacional estaría sufriendo frente a rivales inferiores, si es que se les puede llamar así, y perdiendo casi todos los partidos de visitantes. Mientras que las últimas victorias de local fueron por márgenes mínimos.
La última vez que Argentina se perdió la gran cita mundial fue en 1970. A partir de ese momento nueve clasificaciones seguidas se dieron, con dos consagraciones, en 1978 y 1986. Pero las eliminatorias actuales, el nivel demostrado por los dirigidos por Alfio Basile, en primera instancia, y luego por Diego Maradona no es el ideal para afrontar un futuro campeonato en Sudáfrica.
De los 25 puntos que la Selección tiene al cierre de la 17ma fecha de Eliminatorias, 17 unidades las sumó frente a los equipos que hoy en día estarían fuera de la clasificación al mundial. Tan sólo sumó dos victorias frente a Chile y Uruguay de local y dos empates frente a Brasil de visitante y Paraguay de local.
Los dirigidos por Maradona deben analizar que en Sudáfrica, no va a haber equipos como Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia, entre otros. Equipos que les complican en algún punto, pero que en sí se pueden ganar. Por el contrario, conjuntos como España, actual campeón de la Euro, Italia, campeón del mundo, Brasil, campeón de la Copa Confederaciones, Holanda, Australia, etc.
Al ver los partidos de la selección, nos hace pensar un pronto regreso a casa, tal como se vivió en 2002. Todavía está a tiempo cambiar y buscar aquel nivel olvidado. Por lo pronto, el primer compromiso está a la vuelta de la esquina y un Uruguay que se juega la vida nos espera. Será cuestión de mostrar temperamento y carácter si es que se aspira a quedar en la historia del deporte nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario